Empeorando día a día la enfermedad sus padres llevaron a Ana Lucía con las hermanas del Ministerio Mujer Virtuosa del equipo de Intercesión, orando las hermanas el Señor mostró a una de ellas que le aplicaran gotas de fruta de lima, luego acudieron con el profeta Ramiro Reyes y el Señor confirmó lo que ya había mostrado a dichas hermanas.
Ana Lucía nació con una pierna más grande esto no se lo comentaron a nadie; más sin embargo el Señor le habló al profeta del problema de Ana Lucía y este sentó a la nena en una silla pegada al respaldo, sus padres cerraron sus ojos porque creyeron que iba a orar por la nena, pero les dijo no cierren sus ojos van a ser testigos de lo que Dios hará por sus hija, asombrados vieron ellos como Dios hizo crecer su pierna al tamaño de la otra.
Hna. Ana Lucía de Chajón.